“Remember my name” (Recuerda mi nombre) es una de las frases de la canción más popular de la película FAMA, pero no es premonitoria de lo que pasará con este nuevo largometraje, ya que seguramente no será uno de los musicales de la historia del cine que deje huella como lo hizo en los años 80 su predecesora.

Partiendo de la misma base que la dirigida por Alan Parker pero con diferentes personajes, más acordes con la época actual, FAMA recrea las aventuras y desventuras de un grupo de jóvenes durante sus cuatro años de estudio en la popular High School for the Performing Arts de Nueva York.

El debutante director de este nuevo remake, Kevin Tancharoen, procede del mundo de la danza, y ha trabajado en diversos programas musicales de televisión. Esto queda evidenciado en la película en el desenfrenado ritmo de imágenes de los números musicales, quedando convertidos en videoclips.

Las diferencias entre la versión original de la película y esta nueva producción son un reflejo de los cambios en la industria cinematográfica durante estas tres últimas década, pero, si la primera retrataba problemas sociales de la época, como el conflicto racial o la homosexualidad, ésta es mucho más azucarada, tratando superficialmente problemas familiares, teóricamente con el objetivo de ampliar el rango de edad del público. Sin embargo, quizá los responsables de producción tendrían que haber valorado que los jóvenes de ahora son conscientes de la realidad que les rodea, y esta superficialidad les puede parecer poco atractiva.

El guión del FAMA original estaba repleto de clichés y confrontaciones melodramáticas. Esta nueva versión mantiene la misma estructura narrativa, siguiendo a varios jóvenes desde que realizan las audiciones para entrar a estudiar a la academia, hasta su graduación. Cuatro años de carrera condensados en casi dos horas. Este hecho, junto con la cantidad de números musicales incluidos, hace que las tramas de los personajes se diluyan y que los conflictos queden desdibujados.

Lo más destacado de la película son los números musicales del personaje interpretado por la joven Naturi Naughton, una maravillosa cantante que destaca entre el juvenil reparto. Naughton interpreta uno de los mejores temas de la banda sonora de FAMA, “Out Here On My Own”, de manera magistral, dejando al público paralizado en su butaca los escasos tres minutos que dura la canción.

En cuanto a los maestros, están interpretados por excelentes actores, como son Charles S. Dutton, Bebe Neuwirth, Kelsey Grammer y Megan Mullally, contando con la colaboración especial de Debbie Allen –quien interpretaba a la profesora de baile tanto en la película como en la serie– como directora de la Academia.

La banda sonora de esta nueva versión conserva pocos temas del original. Aparte del “Out Here On My Own”, era inevitable que también se mantuviera el tema que da nombre al filme, “Fame” pero, en esta ocasión, tan sólo se puede escuchar al final, acompañando a los créditos. En el resto de canciones predominan los sonidos electrónicos y el hip hop, con canciones que probablemente no correrán la misma suerte que las anteriormente citadas, nominadas ambas a los Oscar, consiguiendo el preciado premio la primera.

A pesar de todo, FAMA no es sino un divertimento que no tiene otra pretensión que hacer pasar dos horas de entretenimiento a los espectadores, y eso lo consigue.

Collins Pennie y Naturi Naughton en una escena de FAMA