El éxito de la película Disney FROZEN marcó un punto de inflexión en la carrera de Idina Menzel. La actriz, que hasta el 2013 tan sólo era conocida entre los aficionados al teatro musical gracias a haber originado los personajes de Maureen en RENT y Elphaba en WICKED –dos de los más emblemáticos en la historia del género–, pasó a alcanzar una gran popularidad tras poner voz al personaje de Elsa en el filme Disney y con ello a interpretar el tema “Let It Go”, convertido en uno de los singles más vendidos de la historia. Este hecho hizo subir como la espuma la popularidad de Menzel, y ha hecho posible que este 2015 realice su primera gira mundial de conciertos, en la que está llenando los aforos de grandes teatros.

Antes de llegar al Wembley Arena de Londres el próximo sábado 27 de junio, y tras visitar varias ciudades asiáticas y Amsterdam, Idina Menzel actuó en el Bord Gáis Energy Theatre de Dublín el pasado sábado 20 de junio, demostrando porqué es actualmente la actriz de mayor éxito de la escena del teatro musical contemporáneo, con una audiencia –entre la que se encontraban niños atraídos por ver en el escenario a la “voz de Elsa”– entregada totalmente desde el primer momento.

El público ya se puso en pie nada más empezar la velada para recibir a Idina, quien abrió su concierto con “Defying Gravity” de WICKED, conquistando instantáneamente a una audiencia que ya estaba rendida a sus pies. Idina apareció en escena con su nuevo look rubio, y con un elegante y moderno vestido negro que mantuvo durante las casi dos horas de concierto, demostrando su perfil anti-diva y su naturalidad quitándose los zapatos de tacón a mitad de su repertorio.

El segundo tema fue otro showstopper, “Don’t Rain on My Parade”, al que le siguieron dos canciones de su segundo álbum de estudio, “Brave” y “I Stand”, que calmaron el ritmo del concierto. WICKED volvió a escena con “The Wizard and I”, al que siguió una preciosa versión del tema “River” de Joni Mitchell.

Idina Menzel cuenta en estos conciertos con el acompañamiento musical de una orquesta de catorce músicos, dirigida por Rob Mounsey. Entre tema y tema, la artista mantiene un contacto directo y desenfadado con el público, mostrando su particular ironía y bromeando con aquellos que están más cerca del escenario.

El “remix” de “Love For Sale / Roxanne”, que forma parte de su repertorio desde 2011, precedió a un pequeño homenaje a los grandes personajes femeninos del género con un medley de los clásicos “There´s No Business Like Show Business”, “Anything Goes” y “Everything´s Coming Up Roses”.

El concierto dio un giro espectacular en cuanto a emotividad e inmersión directa de la artista en su repertorio con el tema que da nombre a su primer álbum “Still I Can’t Be Still”, al que siguió una devastadora versión del tema “Creep” de Radiohead y el esperado “Take Me Or Leave Me” de RENT, para el cuál, desde sus conciertos de 2012, Idina pide la colaboración de varios miembros de la audiencia. En esta ocasión fueron dos chicas y un chico con voces espectaculares que sorprendieron a la propia intérprete.

A continuación la artista dedicó unas bellas palabras al compositor Jonathan Larson y al musical que cambió su vida, RENT, e interpretó el tema “No Day But Today”, uno de los más emotivos de la velada; volviendo la Idina más potente y entregada con la canción “Always Starting Over” del musical IF/THEN que recientemente protagonizó en Broadway.

Idina puso su punto final al concierto de Dublin con palabras de agradecimiento hacia el público que había hecho posible que se siguieran cumpliendo sus sueños, dedicándole, a capella y sin micrófono, el tema de WICKED “For Good”; y, como no podía ser de otra manera, con su gran éxito, “Let It Go”, que cantó contando con la colaboración de la audiencia, puesta en pie y despidiéndola con una gran ovación.

Idina Menzel volvió al escenario para interpretar dos temas más: “Child”, dedicado a su hijo Walker, a quien mencionó en varios momentos del concierto; y “Tomorrow” de ANNIE, con el que ya finalizaba sus últimos conciertos en Londres.