CRY-BABY es el segundo musical basado en un film de John Waters tras HAIRSPRAY. Éste último se estrenó en el 2002 convirtiéndose de inmediato en un éxito absoluto de taquilla, hasta el punto que en el 2007 se realizó la versión cinematográfica (protagonizada por John Travolta y la debutante Nikki Blonsky).

Como en el caso de su predecesor, CRY-BABY también está ambientado en la ciudad de Baltimore. La trama gira en torno la rebeldía de los jóvenes de la década de los 50. Explora el amor entre dos personas de ambientes totalmente opuestos. Allison Vernon (interpretada por Elizabeth Stanley) es una chica que no se puede resistir a los encantos de Wade "Cry-Baby" Walker (James Synder), un chico "malo" pero con unas buenas causas: la verdad, la justicia y el rock´n roll. A través de esta historia y con la habitual dosis de humor, gamberrismo e irreverencia propias de las obras de John Waters, el musical aborda temas como la delincuencia juvenil, la represión sexual o la lucha de los jóvenes por encontrar su lugar en el mundo.

John Waters, autor de la historia original, actúa como consultor creativo en esta versión musical de CRY-BABY. El director norteamericano se ha mostrado muy satisfecho con el resultado, y ha afirmado que "es diferente y sexy, irreverente y en cierto modo grosero. Es tal como tiene que ser".

CRY-BABY cuenta con música y letras de David Javerbaum y Adam Schlesinger, quienes hacen su debut en Broadway con este musical. El libreto es de Mark O´Donnell y Thomas Meehan, ganadores de un Tony al mejor libreto por HAIRSPRAY. La dirección es de Mark Brokaw y la coreografía de Rob Ashford, quien también recibió un premio Tony por su trabajo en THOROUGHLY MODERN MILLIE (2002). Además de los dos intérpretes protagonistas, el resto del reparto lo completan Harriet Harris (Tony a la mejor actriz en un musical por THOROUGHLY MODERN MILLIE), Carly Jibson (HAIRSPRAY), Chester Gregory II (TARZAN), Christopher J. Hanke (IN MY LIFE), Lacey Kohl, Alli Mauzey (WICKED), Courtney Balan y Richard Poe.