Es curioso cómo ha crecido el FAMA que Ramon Ribalta montó en el Teatre del Sol de Sabadell. Tras varios años de andadura, primero en Sabadell y posteriormente en Barcelona, llegó a Madrid en el 2006 con un montaje lleno de fuerza y energía que causó sensación entre el público y se mantuvo más de lo esperado en el Teatro Calderón. Ahora, después de una larga gira nacional, vuelve al lugar que le vio nacer.

Ayer tuvo lugar en el Teatre Apolo el estreno oficial de FAMA-EL MUSICAL. Sin el mediático y concurrido photocall previo que últimamente se ha convertido en usual en los estrenos de grandes musicales, destacaba entre el público la presencia de actores como Ester Bartomeu (que en Barcelona interpretó a la Srta. Bell), Enric Rodríguez, Mònica Pont o el cantante y compositor Alejandro Abad.

La producción de FAMA que se presenta en la Ciudad Condal cuenta con un reparto de primer nivel. Sergio Alcover vuelve a interpretar a Joe Vegas después de su salto a la popularidad provocado por su aparición en el programa de televisión de Cuatro ‘Fama A Bailar’. Alcover es una de las mejores bazas del espectáculo, provocando los momentos más divertidos de la función. Otra de las reincorporaciones destacadas es la de Ferran González, que retoma el personaje de Nick Piazza, que se lo ha hecho tan suyo a lo largo de estos años, que roza la perfección. Además, la pareja escénica que forma con Ester Peñas-Serena Katz, desprende una química especial difícil de superar.

La mayoría del elenco lleva tiempo en la producción, y tienen un gran dominio de la escena y de los personajes. Respecto a las nuevas incorporaciones, destaca la de Mònica Vives como Mabel Washington. Aunque la actriz no está ni mucho menos tan “rellena” como se supone que tiene que estar el personaje, ofrece una Mabel dinámica y divertida, con grandes aptitudes vocales.

Otro de los personajes destacados de FAMA es el de Carmen Díaz, que se alternan Eva M. Cortés y Norma Álvarez. La noche del estreno fue Eva M. Cortés quien se vistió de rojo para ponerse en la piel del personaje peor parado de la historia. Cortés es un animal de escena. Es impactante y enérgica y ofrece una Carmen que se erige desde el primer momento en el núcleo del grupo de estudiantes.

Coco Comín y Ramon Ribalta ante la limusina aparcada en la entrada del Teatre Apolo

Aún y haber destacado a ciertos intérpretes, lo cierto es que FAMA es un musical coral, donde todos y cada uno de los miembros del elenco tiene un papel destacado, y es de importancia vital que cuente con un buen cuerpo de baile –como es el caso- que represente con precisión las coreografías que acompañan a la mayoría de los números y que, en esta producción son obra de Coco Comín, una de las coreógrafas por excelencia del musical autóctono.

FAMA es una agridulce e inspirada historia sobre un grupo de estudiantes durante cuatro agotadores años de estudios artísticos. Con sinceridad, humor y perspicacia, la obra explora todas aquellas cuestiones que preocupan a los jóvenes. Habla de esfuerzo, de entrega, de discriminación, de ambiciones, de sueños rotos… Aunque pueda parecer un musical superficial, lo cierto es que trata temas vigentes en nuestra sociedad. David De Silva, el ‘Father Fame’ creó una historia para reflejar los problemas de los jóvenes y la dureza del mundo del espectáculo a través de un entretenimiento repleto de canciones pegadizas compuestas por Steve Margoshes y Jacques Levy. Aparte del esperado himno de “Fama”, destacan temas como “Nuestro mañana” o “Salir a escena”.

El gran potencial de FAMA son sus intérpretes. La energía que desprenden es la que cautiva al público. Aunque llevan ya años en el montaje, esperemos que la llegada a Barcelona les insufle vitalidad y aguanten en cartel con éxito durante varios meses.

Toda la compañía de FAMA al final de la función