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Miguel Ángel Gamero: “Las claves del éxito de ANNIE son una partitura muy bien hecha, una historia emocional que engancha, y un mensaje de optimismo”

26/10/2010
El intérprete madrileño da vida al personaje de Oliver Warbucks en el montaje de ANNIE EL MUSICAL que se representa en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, además de firmar la dirección musical y vocal del espectáculo.

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Miguel Ángel Gamero cuenta con una larga trayectoria en teatro musical, gran parte de ella ligada a la productora Theatre Properties. Gamero ha protagonizado musicales como EL HOMBRE DE LA MANCHA, JEKYLL & HYDE, HERMANOS DE SANGRE, LA MAGIA DE BROADWAY I y II, así como otros de formato familiar como ALADDIN o PETER PAN. Éste último espectáculo, que realizó una gira de más de diez años por toda la geografía nacional, fue representado durante un mes en el Garrick Theatre del West End de Londres.

Actualmente Miguel Ángel Gamero participa en el nuevo montaje de ANNIE EL MUSICAL que se puede ver desde el pasado mes de septiembre en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid. Gamero, además de ser director musical y vocal del espectáculo, interpreta el personaje del multimillonario Oliver Warbucks en este clásico creado por Charles Strouse, Martin Charnin y Thomas Meehan hace más de 30 años.

Miguel Ángel Gamero nos habla acerca de su trabajo en ANNIE EL MUSICAL, así como de su extensa trayectoria profesional en teatro musical.

EN ESTA PRODUCCIÓN DE ‘ANNIE’ EJERCES DE DIRECTOR MUSICAL Y VOCAL DEL ESPECTÁCULO E INTERPRETAS EL PERSONAJE DE WARBUCKS. ¿CÓMO HAS AFRONTADO Y QUÉ TE APORTAN CADA UNA DE ESTAS FACETAS?
Como director musical me enfrento al reto de una partitura clásica. ANNIE es un clásico de Broadway, tiene 33 años y un montón de premios. Es una partitura muy escuchada y muy premiada. A mí me toca adaptarla al tipo de orquesta que tenemos y al concepto musical que tengo yo, cómo veo yo este musical: un poco mezcla de Broadway, music-hall, swing, jazz, bigband....
Y vocalmente lo mismo. Teniendo en cuenta el elenco de actores y cantantes que tenemos, he de adaptar todas las melodías y armonías para que suene con ese toque “rancio”, como digo yo. Que no suene muy actual, porque ahora la gente, sobretodo los jóvenes, tienen una manera de cantar distinta. Y creo que lo hemos conseguido, está sonando bonito. Hay fragmentos del espectáculo que son muy exigentes a nivel vocal y en algunos casos, como en el papel de Grace o el mío propio en determinados momentos, tenemos que tirar de cierta técnica lírica porque si no nos partiríamos la garganta.
Como intérprete, Warbucks es un papel que vocalmente me encanta, me va muy bien. Ya lo había hecho hace 10 años, en la versión que hizo el fallecido Luís Ramírez. Es un papel que tiene una progresión tremenda, porque empieza como un multimillonario súper malhumorado que no quiere a nadie y al que lo único que le importa es el dinero, y al final de la obra le cambia el carácter. Para un actor esto es un reto, interpretar a un personaje que al principio es muy antipático y al final gracias al carácter optimista de la niña se da cuenta que en la vida no todo es el dinero. A nivel actoral, esta progresión está muy marcada, y se tiene que reflejar en la parte musical también: al principio se ha de cantar como con más prepotencia y al final ser más cariñoso, la voz hay que endulzarla tanto hablando como cantando. Es un trabajo muy duro de hacer, pero muy bonito al mismo tiempo.

¿CÓMO RESULTA EL HECHO DE TRABAJAR EN UN ESPECTÁCULO PROTAGONIZADO POR UNA NIÑA? ¿QUÉ DESTACARÍAS DEL TRABAJO DE LAS JÓVENES?
Yo ya estoy muy acostumbrado, porque en la anterior versión de ANNIE que montó Luís Ramírez estuve cuatro años de gira eligiendo a niñas de toda la geografía española. Cada dos semanas hacíamos ANNIE en una ciudad, con lo cual tenía que montar elencos de niñas en quince días. En este caso no ha sido así, las niñas son las mismas desde el principio. Hay doble elenco, porque las niñas no pueden trabajar como los mayores y cada función se cambia el elenco de niñas y se cambia de Annie. Las niñas no tienen los mismos recursos que los mayores en cuanto a técnica, porque son pequeñas y no han tenido tiempo ni a asumirlo ni a aprenderlo. Pero nos aportan toda esa frescura y espontaneidad que nosotros hemos perdido a lo largo de los años.

EL MONTAJE QUE PRESENTÁIS ESTÁ BASADO EN LA PRODUCCIÓN REALIZADA POR LUIS RAMÍREZ EL AÑO 2000. ¿QUÉ DIFERENCIAS HAY RESPECTO A ESA PRIMERA VERSIÓN?
El montaje es distinto, aunque hemos conservado ciertas cosas. La partitura es la que es, pero los coros se han cambiado casi todos. Hay números que en esta versión no están y otros que están cambiados. Las coreografías son todas nuevas, no hay ninguna igual. Las armonías vocales son también todas nuevas, la formación de la banda es distinta. Lo que se ha conservado es algún paramento de decorado, o parte de algún vestuario. Elementos puntuales que son como un homenaje a lo que fue aquél ANNIE maravilloso que yo recuerdo con mucho cariño. Pero este montaje está mucho más comprimido, es más ligero, las transiciones son distintas, el primer acto no acaba donde acababa aquél... El espíritu es el mismo y se parece en lo básico, pero en cuanto a la forma está bastante cambiado. Creo que le hemos dado un toque más de elegancia, y también ahondamos en las emociones con la parte musical y estética. Pienso que la gente sale contenta del musical, les está gustando mucho.

EL MONTAJE ESTÁ ORIENTADO A UN PÚBLICO EMINENTEMENTE FAMILIAR E INFANTIL. ¿QUÉ MOMENTOS/ESCENAS DEL ESPECTÁCULO DISFRUTAN MÁS LOS NIÑOS? ¿Y LOS MAYORES?
Pues fíjate que han ido a ver el musical todos mis sobrinitos e hijos de amigos, y cada uno te dice una cosa distinta. Disfrutan todos igual, como ya nos viene pasando en otros espectáculos de esta productora que ya es especialista en producciones musicales de gran formato, porque todo está muy cuidado. El que cierta parte del público sea infantil no quiere decir que se baje la calidad, porque los padres, los abuelos, los tíos, los amigos también van a verlo y pagan entrada. El montaje está hecho con un concepto muy global y disfrutan casi todos de lo mismo. Lo que pasa es que los adultos igual se fijan más en la dificultad vocal de ciertas canciones y valoran el número coreográfico, y los niños lo perciben igual pero se dejan llevar más por las emociones.

¿CUÁLES CREES QUE SON LAS CLAVES QUE HAN HECHO QUE ‘ANNIE’ HAYA OBTENIDO UN GRAN ÉXITO EN TODO EL MUNDO DESDE SU ESTRENO EN 1977?
Creo que ANNIE tiene una partitura muy bien hecha que rápidamente se convirtió en un clásico. El tema que trata por un lado es un tema emocional (niños huérfanos) y por el otro lado también hay un tema político (depresión económica) que siempre ha existido y siempre existirá sea en un país o en otro. Así que para mí las claves son una partitura muy bien hecha, una historia bastante emocional que engancha, y un mensaje de optimismo: la niña, al final, aparte de ganarse el corazón de Warbucks también se gana el corazón del público porque realmente lanza un mensaje de optimismo y una luz de esperanza que siempre nos hace falta. Y la gente sale del espectáculo con este chip en la cabeza, que tenemos problemas pero hay que seguir adelante y mirar hacia el mañana.

EN TU TRAYECTORIA PROFESIONAL HAS TRABAJADO TANTO EN MUSICALES DE DISEÑO MÁS FAMILIAR Y EN OTROS DIRIGIDOS AL PÚBLICO ADULTO ¿QUÉ TE APORTA TRABAJAR EN CADA UNO DE ESTOS FORMATOS? ¿DIFIERE MUCHO TRABAJAR EN UNO U OTRO FORMATO?
Los musicales de corte familiar en los que he trabajado han sido grandes producciones, no he trabajado en musicales infantiles de pequeño formato, así que para mí la diferencia no es tanta. Lo único es quizás el tipo de energía que desprendes, pero luego realmente hay tanto público adulto viendo los musicales familiares que no puedes bajar la guardia. El nivel tiene que ser igualmente alto. Yo he estado haciendo EL HOMBRE DE LA MANCHA, JEKYLL & HYDE o HERMANOS DE SANGRE con papeles protagonistas, por ejemplo, y me he tenido que concentrar igual que cuando he hecho ALADDIN o PETER PAN. En HERMANOS DE SANGRE sí que salía tocado, porque tenía que hacer mucho método y acababa destrozado porque cada noche revivía un drama en el teatro. Y claro, no es lo mismo salir con el subidón de ANNIE, todos felices, que cuando salíamos de HERMANOS DE SANGRE, que acaba como una tragedia griega.

DE LOS MUSICALES EN LOS QUE HAS PARTICIPADO, ¿GUARDAS UN RECUERDO ESPECIAL DE ALGUNO? Y, ¿HAY ALGÚN ESPECTÁCULO QUE FUERA PARTICULARMENTE DIFICIL PARA TI, O SUPUSIERA UN DESAFÍO ESPECIAL?
HERMANOS DE SANGRE fue muy intenso, es un musical muy desgarrador. Lo hicimos con varias versiones, empezamos con orquesta en directo en el hall del teatro, porque el Teatro Lara no tenía foso. Y yo llegué a hacer 16 papeles. Luego me quedé haciendo de Narrador, que es uno de los papeles de mi vida junto con Warbucks y el Capitán Garfio. Han sido muy importantes por el factor tiempo, ya que han sido muchos años, y también por la proyección internacional.
Pero de cada musical guardo un recuerdo muy especial. ANNIE fue un punto de inflexión en mi vida. En la primera versión del musical yo era alternante de Warbucks, y no lo pude estrenar porque estaba recién operado de un problema de salud y además acababa de enterrar a mi madre, con lo cual cuando empecé en este musical estaba en un momento difícil. Pero seguí, seguí y seguí y al final duró cuatro años. Y profesionalmente, también, cada musical me aporta algo. En todos los musicales que hago el personaje tiene algo de mí y yo tengo algo de ese personaje. O por lo menos lo intento, y es muy bonito.

PARTICIPASTE EN ‘PETER PAN’, UNA PRODUCCIÓN QUE LLEGÓ AL WEST END LONDINENSE. ¿CÓMO VIVISTE AQUELLA EXPERIENCIA?
¡Imagínate! Al principio se te hincha el ego, porque nada más llegar a Londres y montarme en el metro, me encontré con fotos mías enormes vestido de Garfio, ya que los ingleses eligieron esta imagen para promocionar el espectáculo. El día de la rueda de prensa se me heló la sangre, porque estaba toda la prensa británica en el West End londinense, y yo cantando en un mítico teatro como es el Garrick. No podía ni respirar. Era el sueño de mi vida y no podía creérmelo: ¿cómo podía estar yo, actor de musicales, en la cuna de los musicales, cantando un clásico inglés de Barry, que para ellos es su biblia, y encima en castellano? Cuando acabé de cantar se hizo un segundo de silencio y pensé “no me aplauden”. Y de repente rompió el teatro a aplaudir y ya respiré. ¡Qué momento! Entonces ya fue cuando me lo creí. Aprendimos muchas cosas de la experiencia, y los compañeros ingleses que tuvimos nos dijeron que no se lo esperaban pero que también aprendieron muchas cosas con nosotros. Fue muy interesante.

¿CÓMO VALORAS LA SITUACIÓN DEL TEATRO MUSICAL INFANTIL EN NUESTRO PAÍS? ¿CREES QUE ES ESPECIALMENTE DIFICIL SACAR ADELANTE LOS MUSICALES DE DISEÑO FAMILIAR?
Es muy duro montar este tipo de musicales de corte familiar de gran formato, porque hay que arriesgar mucho. ANNIE no es un montaje pequeñito como los que se están haciendo en la Sala San Pol, con todos mis respetos porque yo los admiro muchísimo. Y es duro porque los precios, por producción, hay que rebajarlos, ya que si no un padre no va con cuatro hijos o con tres sobrinos. Pero, en cambio, la calidad es la misma, si no más, que musicales que hemos hecho como EL HOMBRE DE LA MANCHA, JEKYLL & HYDE, EL FANTASMA DE LA ÓPERA, o GREASE, entre otros. Tiene que haber decorados, tiene que haber producción, luces, bailarines, orquesta… todo. Es un riesgo y es muy difícil intentar tener un nivel muy alto para que el público adulto no se sienta defraudado y, a la vez, lograr, a través de la parte psicológica y de la magia, que el niño también esté a gusto en una producción grande. Es difícil, pero parece que esta productora se ha especializado en estos temas y ha estudiado mucho el márquetin y la psicología familiar y creo que se ha conseguido. Y el esfuerzo compensa a nivel curricular y a nivel personal porque todo son experiencias de vida. Y en cuanto al nivel del espectáculo, el esfuerzo también compensa totalmente. Aunque como estos espectáculos giran mucho, también desgastan mucho al actor, porque desarraigan mucho. Llega un momento que la energía viaja contigo, pero tu emoción y tus recuerdos y tu gente pesan también.


Miguel Ángel Gamero junto al resto del elenco en una escena de ANNIE EL MUSICAL

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