El 2 de febrero el Almería Teatre acogió el estreno de PEGADOS, un nuevo musical creado y protagonizado por Ferran González y Alícia Serrat, bajo dirección de Víctor Conde.

El hall de la nueva sala barcelonesa estaba repleto de compañeros de profesión de los protagonistas que no quisieron perderse esta cita; entre ellos Ivan Labanda, Roger Berruezo, Elena Gadel, Jaume Giró, Esther Peñas, Sandra de Victoria, Frank Capdet, Mariona Castilo, Leandro Rivera y Maria Castro.

La expectación generada ante el estreno de este nuevo musical era grande. El punto de partida –una pareja se queda literalmente PEGADA al mantener relaciones sexuales y acuden al servicio de urgencias de un hospital para resolver tal problema¬– es original y atractivo; y el aperitivo que ofrecieron los protagonistas el pasado 9 de octubre en el bar Magnolia de Barcelona interpretando en directo algunas canciones del espectáculo con la colaboración de diversos artistas amigos con el objetivo de recaudar fondos para grabar el álbum del musical (fantástica iniciativa) ofrecía muy buenas expectativas ante el estreno de este espectáculo.

PEGADOS es un musical brillante de principio a fin: tiene mucho ritmo, es tremendamente divertido, cuenta con fantásticas canciones y el reparto está espléndido. La pareja protagonista, formada por Ferran González y Alícia Serrat, muestra una complicidad y una comodidad en escena que sería difícil de emular por cualquier otra pareja protagonista dado, entre otras cosas, su implicación personal con el proyecto. Junto a ellos se encuentra Gemma Martínez como enfermera, que aporta el contrapunto cáustico a la singular situación de la pareja “pegada” protagonizando hilarantes escenas; y el pianista y director musical Joan Miquel Pérez, que tiene una singular y aguda participación en la historia.

Lo mejor para el futuro espectador de PEGADOS es no conocer demasiados detalles sobre el desarrollo de la trama, para que pueda sorprenderse y disfrutar de los numerosos y variados detalles que tiene la representación. Víctor Conde ha realizado un trabajo de dirección esmerado y cuidadoso, donde todos los movimientos están milimetrados, hasta el punto que en algunos momentos se rememora el género del vaudeville. Cabe destacar también el trabajo en la coreografía de Óscar Reyes que ha creado decenas de posturas diferentes evitando que la pareja “se despegue”, dando así dinamismo a las escenas.

Lo novedoso de PEGADOS es que no tan sólo explica una historia original con canciones originales, sino que también utiliza la fórmula del “teatro dentro del teatro”, rindiendo a la vez homenaje al teatro musical, con diversos guiños que dibujarán la sonrisa en la cara del espectador aficionado al género.

PEGADOS es una hora y media de disfrute, de carcajada, de ternura, de amor, de música, de romanticismo, de diversión… Un brillante espectáculo musical que bien podría formar parte de los Festivales Alternativos de las principales ciudades europeas, léase Londres o Edimburgo. Cuenta con las mismas características que muchos de los que forman parte de la programación de estos grandes acontecimientos culturales: pocos medios y gran calidad.

Lo triste es que con un producto de este nivel, y con tan buena manufacturación, les haya resultado tan complicado a los responsables del espectáculo poder encontrar un espacio para presentarlo en Barcelona. Para los profesionales de la escena teatral catalana, y para los responsables de administraciones y de teatros públicos el musical continúa siendo un género marginado que no ocupa el nivel que debería ocupar.

Aprovechamos, desde la humildad, este espacio para lanzar una reivindicación a aquellos que manejan los hilos de la escena teatral de nuestro país: den una oportunidad a los jóvenes creadores de musicales, ayúdenles a que su trabajo sea más fácil y que puedan dedicarse a lo que saben hacer: CREAR.