En el londinense barrio de Southwark, cerca de la Tate Modern Gallery y del Shakespeare’s Globe Theatre, se encuentra un pequeño teatro construido bajo un puente. Se trata del Union Theatre, creado en 1998 por Shasha Regan y que durante estos años ha ido adquiriendo una importante reputación gracias a las producciones de calidad que ofrece en su espacio, en el que puede albergar un máximo de 90 espectadores.

La última de ellas es COMPANY, el musical de Stephen Sondheim y George Furth visto desde la perspectiva de Michael Strassen, actor con un extenso currículum en el West End (MISS SAIGON, JESUS CHRIST SUPERSTAR, THE PIRATES OF PENZANCE, LES MISÉRABLES...) que en los últimos años ha centrado su carrera en la dirección, trabajando junto con Jonathan Kent en el musical MARGUERITE, y dirigiendo la última gira de Ruthie Henshall, entre otros trabajos.

Con música y letras de Stephen Sondheim y libreto de George Furth, COMPANY gira en torno al personaje de Robert (Bobby), un hombre soltero, con tres novias, a punto de cumplir 35 años que cuenta con cinco parejas de amigos que le animan inexorablemente a casarse y a estabilizarse. El espectáculo se presenta como un musical conceptual formado por pequeñas viñetas que sitúan a Robert en diferentes situaciones relacionadas con sus amigos y con sus parejas presentadas sin orden cronológico, pero unidas por la celebración de su 35º aniversario.

Estrenado en Broadway en 1970, COMPANY fue de los primeros musicales en afrontar los problemas de los adultos de aquella época, cuando la sociedad forzaba al individuo a establecer una vida en pareja. COMPANY supuso la primera colaboración entre Sondheim y Harold Prince, que continuaría después con musicales como FOLLIES, A LITTLE NIGHT MUSIC, PACIFIC OVERTURES, SWEENEY TODD, MERRILY WE ROLL ALONG y, recientemente, con BOUNCE (2003), primera versión del definitivo ROAD SHOW.

Strassen presenta un COMPANY austero, donde toda la fuerza recae en el personaje protagonista, Robert, interpretado por el actor australiano Lincoln Stone (MARGUERITE, DESPERATELY SEEKING SUSAN, THE DROWSY CHAPERONE).

En este montaje el público entra en la sala pocos instantes antes del inicio de la función y se encuentra al personaje central inmóvil, como una estatua, situado sobre un pedestal iluminado desde el suelo, sin ningún otro elemento escenográfico; y a una orquesta de cinco músicos con Michael England al piano como director musical.

El número de apertura de COMPANY es uno de los más originales y estimulantes de la historia del género. Está lleno de energía y marca el tono de todo el espectáculo, ya que además se utiliza de puente entre las diferentes escenas. Sondheim, gracias a su ingenio como letrista, consigue con una sola canción resumir todo el espectáculo y presentar a los personajes con una letra repleta de sentimientos positivos a favor de la amistad. En esta producción toda la compañía va apareciendo en escena entonando el nombre del protagonista y girando en torno a la figura central de Robert, que permanece estática, siendo el centro de atención de todos sus amigos.

Cada una de las escenas de Robert con sus amigos vienen acompañadas de una canción, y es que COMPANY está repleto de grandes temas: “You Could Drive a Person Crazy”, “Another Hundred People”, “Marry Me a Little”, “Side by Side by Side”... Muchos de ellos han trascendido al espectáculo y han disfrutado de vida propia. El más destacado es “Being Alive”, que ha sido  interpretado por numerosos artistas, entre ellos Bernadette Peters, Patti Lupone o Barbra Streisand. Este tema con el paso de los años se ha convertido para muchos en una oda al amor.

Respecto al elenco, brilla especialmente Lincoln Stone, con una excelente voz que refleja todas las emociones que Robert atraviesa. Destaca también Lucy Williamson, que interpreta a Joanne –personaje originado por Elaine Stritch–, y que realiza una memorable interpretación de su tema, “Ladies Who Lunch”; y junto a ella impacta el aplomo con el que Samantha Griffard afronta “Another Hundred People”, uno de los temas más potentes del espectáculo. En este montaje del Union Theatre los intérpretes actúan sin amplificación dadas las dimensiones de la sala, lo que aporta más cercanía, aún si cabe, al espectador.

Increíblemente esta producción de COMPANY encaja un reparto de 14 intérpretes y una orquesta de 5 músicos en uno de los espacios escénicos más pequeños de la capital inglesa, y lo hace ofreciendo un conmovedor y delicado montaje de uno de los mejores musicales del maestro Sondheim.

Una escena de COMPANY con Lincoln Stone en el centro