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Algo está cambiando…

24/12/2015, Autor: Sonia Ochoa & Marisol González

Algo está cambiando…Este fin de semana L’Auditori de Barcelona ha acogido los conciertos ‘La Màgia de Broadway per Nadal’, con la Orquestra Simfònica de Barcelona y Nacional de Catalunya dirigida por el maestro Alfonso Casado.

Podría parecer increíble pero ha resultado ser cierto, los dos conciertos a la venta en la sala principal de L’Auditori, han tenido lleno absoluto. La Sala Pau Casals estaba pletórica, con sus 2.200 butacas llenas. Qué orgullo para todo amante del musical presenciar este gran éxito. Con grandes e inolvidables momentos como el “My Favourite Things” de Julia Möller, el “You’ll Never Wak Alone” de Ignasi Vidal, o ese magnífico enlace entre YENTL y LES MISÉRABLES interpretado magistralmente por Nina y Gerónimo Rauch.

De este éxito son principales artífices dos personas: el director musical Alfonso Casado y el gerente de L’Auditori Valentí Oviedo. Ha sido Valentí, gran apasionado y conocedor del género, quien abrió sus puertas a Alfonso y participó activamente en la producción de este concierto; y también quien este año ha hecho posible que pudiéramos presentar los conciertos del compositor Scott Alan y de la artista del West End Madalena Alberto facilitándonos el camino y apostando por el musical.

Pero la labor de Valentí es un oasis en el desierto. El teatro público continúa teniendo problemas para apostar de manera continua por el teatro musical. Sí, este año el Teatre Nacional de Catalunya ha contado con Àngel Llàcer y Manu Guix para poner en escena MOLT SOROLL PER NO RES, y el éxito ha sido tan apoteósico que volverán la próxima temporada. Algo inédito. Pero necesitamos más.

Necesitamos que producciones como la de SUGAR, actualmente en cartel en el TGB de Barcelona, no tengan que ser posibles tan sólo gracias a la pasión desinteresada de sus impulsores, dispuestos incluso a perder dinero por ver en escena su sueño. Necesitamos que el Nacional, el Lliure, el Teatro Español, ofrezcan más espacio a un género que cada vez más está ocupando el lugar que se merece, aunque aún queda largo camino por recorrer.

Quien parece estar siguiendo una buena línea son los Teatros del Canal, que actualmente presenta en cartel LA VIUDA ALEGRE, y recientemente acogió el estreno de uno de los éxitos sorpresa de la temporada: EL CABARET DE LOS HOMBRES PERDIDOS, montaje dirigido por Víctor Conde y transferido al Infanta Isabel, donde continúa en cartel. El teatro liderado por Albert Boadella ha programado y co-producido en los últimos años nuevos musicales de creación como MIERDA DE ARTISTA y EL ÚLTIMO JINETE, dirigidos por Alícia Serrat y Conde respectivamente, este último quien actualmente está dirigiendo la producción australiana de LES MISÉRABLES.

Volviendo a Barcelona, es una maravilla ver una producción como la de SUGAR, con un elenco de 16 intérpretes y cinco músicos en escena. Sentada en la butaca del TGB pensaba “Realmente, esta producción no tiene que envidiar a ninguna de las del Off-West End de Londres”. Gran elenco, fantástica puesta en escena y brillantes coreografías al servicio de una buena historia, un clásico bien recuperado.

Las comparaciones siempre son odiosas y, sinceramente, creo que no podemos compararnos con Londres y Nueva York. Allí los niños crecen haciendo teatro, haciendo musicales, y pudiendo asistir como público a infinidad de grandes producciones musicales. No tiene nada que ver. Por mucho que queramos, que nos vendan o que vendamos. Es una cuestión cultural. Estamos a años luz en muchos sentidos. Pero sí que es cierto que la distancia cada vez es más corta.

Una constatación de este hecho es que profesionales españoles estén trabajando en el West End de Londres; como el previamente citado Alfonso Casado; Javier Santos, en el ensamble de KINKY BOOTS; o, hasta hace poco, Mireia Mambo, la flamante protagonista de la actual gira de SISTER ACT.

Barcelona tiene quizás más ebullición de actividad en el teatro alternativo, mientras que en Madrid las grandes producciones consiguen “aguantar” en cartel durante más tiempo, debido, entre otras cosas, a que reciben constantemente público de otras ciudades de España.

La cuestión es que la pasión de aquellos que tienen la idea, la ponen en marcha y producen y presentan un espectáculo se contagie al público, y cada vez haya más gente apasionada que cree nuevas cosas y atraiga a un número mayor de público. Y esto parece que está pasando, pero quizás no tan rápido como nos gustaría.

Otro ejemplo de evolución es el reciente estreno de CINC, una revista musical de pequeño formato estrenada hace unas semanas en el Versus Teatre de Barcelona con dirección de David Pintó. Sus jóvenes protagonistas interpretan un repertorio original, tanto por la selección de canciones, con temas que poco se habían escuchado hasta ahora en los teatros de nuestro país; como por los magníficos arreglos escritos por Marc Sambola que dan un nuevo aire a las canciones.

Y también sorprendente fue el concierto que hace unas semanas ofreció Joan Vázquez en Luz de Gas, con un repertorio totalmente integrado por temas de Stephen Sondheim interpretados por él mismo al piano. O el de Lucy Lummis, que este domingo presentó en el Teatro Galileo de Madrid su jazzístico concierto ‘With The Best In Town’, tras estrenarlo en el Palau de la Música Catalana de Barcelona el mes de agosto del pasado año. Magistrales ambos.

Pero el duro trabajo no siempre tiene su merecida recompensa, y muchas veces los teatros no están tan llenos como nos gustaría o como deberían estar.

Por ejemplo, otro gran montaje estrenado recientemente en Barcelona es el nuevo musical 73 RAONS PER DEIXAR-TE. 100% creación original. Divertido, entrañable, con excelentes interpretaciones y muy buena puesta en escena. Debería tener una ocupación mucho más alta de la que tiene. Por qué esto no pasa es el gran misterio.

Quedémonos con lo bueno. El trabajo iniciado por profesionales como Ricard Reguant, Dagoll Dagom o Àngels Gonyalons hace 30 años generó un gran número de amantes del musical; elevado exponencialmente con la llegada a España de Stage Entertainment hace 16 años, quienes importaron la experiencia y el buen hacer de los profesionales de Broadway y del West End a todos los ámbitos de la producción del musical, tanto a nivel creativo, de producción como de marketing.

Los artistas autóctonos que llevan más de diez años haciendo musicales se están consolidando, siendo un valor seguro capaz de llenar teatros; las nuevas generaciones llegan con fuerza, pasión e ilusión; y un nuevo público está naciendo. Algo está cambiando.

Algo está cambiando…